MEL Composites es un proveedor de materias primas especializado en técnicas de infusión al vacío. Eduardo Galofré, director general, explica una innovadora metodología de reparación con materiales compuestos. Esta solución, basada en kits de infusión, permite la reparación in situ de depósitos de combustible. Con ella, los depósitos de acero existentes cumplen la normativa de la UE y prolongan su vida útil, gracias al control activo de fugas.
Algunos trabajos realizados por terceros usan laminados húmedos en espacios confinados y mal ventilados. Estas técnicas han generado laminados de baja calidad e incluso accidentes que ponen en riesgo a los técnicos.
El proceso de MEL ofrece un kit de materiales totalmente preparado. Su formato permite un acceso más fácil al interior del tanque y puede aplicarse con personal no cualificado. Con estos materiales y la infusión de resina se fabrica un depósito compuesto dentro del original. Entre ambos se deja una cámara de aire intersticial que alberga el sistema de detección de fugas.
Los materiales —fibras, núcleos y bolsas de vacío— se entregan cortados y listos para instalar. La técnica culmina con la infusión de resina, que impregna por completo las fibras y asegura la calidad de la nueva piel del depósito. Todo esto se logra sin exponer al operario a humos o contaminación.
Normalmente, el nuevo revestimiento se diseña para igualar la vida útil del depósito inicial de pared simple. La diferencia clave frente al laminado húmedo es el espacio de aire controlado entre la piel metálica y la de material compuesto. En ese espacio se instala un sensor intersticial que permite un sistema de detección de fugas. De este modo, los clientes reciben información en tiempo real sobre el rendimiento del depósito y alertas inmediatas ante cualquier fuga.
La calidad de los kits de MEL comienza en los materiales. Para reparaciones se emplean los mismos refuerzos de fibra de vidrio, resinas y consumibles probados en su laboratorio técnico. Estas pruebas ayudan a planificar cómo fluirá la resina, cómo se infusionará la piel del depósito y dónde ubicar las entradas de resina.
Además, el equipo se desplaza a las instalaciones del cliente. Allí forma a los operarios en el uso de los kits y supervisa los primeros trabajos. El objetivo es transmitir el conocimiento de la configuración de la infusión y las técnicas de procesamiento. Así, las empresas de mantenimiento pueden aplicar el método de MEL y obtener resultados consistentes en cada reparación.
MEL hace mucho más que suministrar materiales. La mayoría de los clientes acuden con un reto técnico y reciben una solución a medida en materiales compuestos.
Además de depósitos, la empresa trabaja en el sector eólico. Evalúa palas de aerogeneradores y asesora a los propietarios sobre la necesidad de reparaciones. El equipo analiza secciones de palas en laboratorios de pruebas mecánicas para confirmar si la reparación es viable.
En muchos sectores, las estructuras en materiales compuestos alcanzan el final de su vida útil prevista. MEL Composites aplica su experiencia, respaldada por ensayos mecánicos y análisis NDT, para decidir si conviene reparar o reemplazar.